Una vez más, El Buen Tono publica una mentira. En su portada de este martes 25 de junio, el medio acusa sin pruebas ni fundamentos a la síndica de Córdoba, Vania López González, de haber usado más de 50 millones de pesos del Ayuntamiento para promocionar su imagen personal, supuestamente con ayuda del secretario del Ayuntamiento, Carlos Alberto Hernández Dorantes.

Lo que El Buen Tono no dice —porque no le conviene— es que el Tribunal Electoral de Veracruz ya revisó este caso y desechó completamente esas acusaciones carentes de pruebas. En la sentencia TEV-PES-20/2025, el tribunal fue claro: no existió uso indebido de recursos públicos ni promoción personalizada. Las notas publicadas en medios digitales fueron informativas, no propagandísticas, y ninguna violó la ley electoral .

Entonces, ¿por qué insiste El Buen Tono? La respuesta es clara: odio, misoginia y revanchismo.

No es la primera vez que este medio, propiedad de José Abella García —un personaje repugnante señalado públicamente por ejercer violencia contra mujeres— lanza ataques infundados contra mujeres en política.

Desde hace años ha convertido su periódico en una herramienta para hostigar, calumniar y desinformar. Esta campaña contra Vania López no es nueva, pero sí cada vez más burda.

La síndica ha hecho su trabajo conforme a la ley. Las finanzas del Ayuntamiento han sido auditadas y no tienen observaciones patrimoniales. No hay contratos secretos ni desvíos ni campañas disfrazadas. Solo hay una mujer en el ejercicio de su cargo, y eso parece ser suficiente para que un medio misógino como El Buen Tono le declare la guerra.

La ciudadanía merece saber la verdad: no todo lo que aparece en un periódico es cierto, y mucho menos cuando se trata de un medio con antecedentes de mentir, de manipular y de odiar públicamente a las mujeres con poder.

Es momento de exigir más rigor y ética a los medios de comunicación. Y también de ponerle un alto a los discursos de odio, machismo y misoginia que buscan destruir reputaciones por conveniencia política o personal.

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