*cuando el baile paga más que la profesión
Orizaba, Ver. -En un giro inesperado, una joven bailarina y mesera de un centro nocturno generó un debate viral en redes sociales al revelar que gana más que las profesionistas establecidas.
Con solo 6 horas de trabajo por turno, esta joven, conocida como “edecán”, recibe 700 pesos, más 50 pesos por cada copa que le compran por hacer compañía.
Trabaja 6 días a la semana, y sus ingresos mensuales rondan los 40 mil pesos, una cantidad que supera el salario de profesiones respetadas.
La comparación es impactante: una maestra gana alrededor de 12 mil pesos al mes, una enfermera 18 mil y una comunicóloga 13 mil.
La brecha salarial es evidente y pone sobre la mesa la desigualdad y las distintas realidades laborales que existen en México.
La joven bailarina, que prefirió mantener su identidad en anonimato, explicó que su trabajo no es solo bailar y servir copas, sino también hacer compañía a los clientes y crear un ambiente agradable en el centro nocturno. “Es un trabajo duro, pero es honesto y me permite ganar un buen dinero”, platica en una entrevista.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta situación. Muchos usuarios en redes sociales han expresado su indignación y preocupación por la desigualdad salarial y la falta de valoración hacia profesiones que requieren años de estudio y dedicación. “¿Cómo es posible que una bailarina gane más que una maestra?”, preguntó un usuario en Twitter.
La polémica ha generado un debate sobre la valoración del trabajo y la importancia de reconocer el valor de cada profesión. Mientras tanto, la joven bailarina sigue trabajando y ganando su dinero, sin dejar que las críticas la afecten. “Estoy aquí para trabajar y ganar mi dinero, no para juzgar a nadie”, dijo con una sonrisa.
La historia de esta joven bailarina es un reflejo de la realidad laboral en México, donde la desigualdad salarial y la falta de valoración hacia ciertas profesiones son problemas persistentes. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación? La respuesta es compleja, pero empezar a hablar sobre ello es el primer paso.
(Cortesía de EGG)
