La buena noticia para los opositores de Andrés Manuel López Obrador es el palo propinado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al Plan B de la reforma electoral. La mala, viene el Plan C, que consiste en que los nuevos consejeros del INE serían afines a Morena.
De esta forma controlaría al árbitro electoral y llevaría ventaja para inclinar resultados en caso necesario. O sea, aún no canten victoria. Porque si alguien es porfiado, es López Obrador. No sé detendrá ante nada con tal de lograr el triunfo de su candidata o candidato presidencial.
De paso, pugnará por alcanzar la mayoría en las cámaras de diputados y senadores.
Y si este plan C no le funciona, sería capaz de uno mucho más espeluznante y audaz: echar mano de la fuerza para no entregar “el pinche poder”. A ver quién se atreve a enfrentar al ejército y a los grupos armados de la delincuencia.
¿Entonces es invencible? No. La única forma de derrotarlo es con una votación masiva, como cuando Vicente Fox apabulló al PRI en el año 2000 y el propio AMLO arrasó en 2018, con millones de votos de diferencia. Sólo así lo vencerían.
CLAUDIO VS CLAUDIA
Hasta el momento, los partidos de oposición a Morena no han encontrado un candidato competitivo para la presidencia de la república. En cambio, el presidente López Obrador promueve abiertamente a sus tres corcholatas: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard.
Y en una de esas, AMLO se dará el lujo de prestar candidato a la alianza “Va por México”. O sea, Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal podrían ser postulados por PAN-PRI-PRD.
Hay algo más. López Obrador ha declarado tácitamente como su peor enemigo al empresario Claudio X. González y al mismo tiempo lo ha promovido gratis con los constantes y duros ataques en las conferencias mañaneras, convirtiéndolo en presidenciable.
De empresario exitoso transitó a activista social y principal organizador de las grandes marchas y concentraciones de la sociedad civil contra las políticas de AMLO.
Sí, Claudio X. González puede ser el candidato de la sociedad civil capaz de derrotar a Claudia Sheinbaum, la favorita de López Obrador.
Si ninguno de los políticos aspirantes a la presidencia despierta suficiente entusiasmo entre el electorado, los partidos podrían postular a Claudio X. González, un desconocido hasta antes de que AMLO lo culpara de todos los males habidos y por haber.