Le sobreviven una hija, nietos, bisnietos y tataranietos.

Estuvo de manteles largos, llegó a Amatlán cuando era adolescente

Amatlán de Los Reyes, Ver. – Cumplir 100 años representa una bendición de Dios, un hecho extraordinario, y más tras haber vivido la pandemia de Covid-19, por lo que al llegar a esta edad doña Zenaida Jiménez Saldaña se dice agradecida con Dios.

Este siglo de vida lo festejó rodeada del cariño de su gente, quienes le realizaron una tremenda fiesta acompañada de mariachis en su casa ubicada en el municipio de Amatlán de Los Reyes.

Doña Zenaida como le dicen de cariño es un cúmulo de experiencias, cariño y sabiduría, asegurando que ha disfrutado y aprendido de cada instante que la vida le ha regalado.

Su familia la acompañó en su cumpleaños número 100

Su familia organizó el evento para celebrar a lo grande el magno acontecimiento, ya que aseguran no podía pasar desapercibido.

Hubo desde pastel hasta la presencia de mariachis que le cantaron las Mañanitas, además del tema de “Cien Años”, en alusión a la edad en la que llegó con mucha salud, melodías que le llegaron hasta el corazón y la hicieron llorar de la emoción por ver reunidos a todos sus seres queridos, además de bailar con el tradicional vals con la música de Zochipitzahuitl la cual es tradicional en este municipio.

Doña Zenaida nació un 1 de junio de 1923, al terminó de la Revolución Mexicana.

Ella se dedicó al oficio de corte de caña, plátano, café y realizó varios tipos de cultivos.

Tuvo tres hijos y actualmente le sobrevive una.

A un siglo de vida, continúa con buena salud y fumando su exquisito cigarro.

En la celebración de los 100 años de doña Zenaida, además de su hija estuvieron presentes sus nietos, bisnietos y tataranietos, mismos que la llenaron de regalos y besos agradeciendo a Dios tenerla.

“Mi mamá goza de buena salud, es muy bromista, estamos felices que este de manteles largos y que la tenemos con nosotros a pesar de haber pasado la pandemia del Covid-19, por eso le hicimos entre todos esta bonita fiesta”, agregó.

Para doña Zenaida estar rodeada de su familia en su festejo de 100 años de vida fue motivo de mucha alegría, por lo que bromeó diciendo que la clave para vivir tantos años reír, bailar y disfrutar al máximo está maravillosa vida.

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